domingo, 27 de septiembre de 2009

LA PORRA DE ENOL-FANA-COMEYA-BUFERRERA

TRACKS
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?&id=548462
FOTOS: http://picasaweb.google.es/rutamarineros/LAPORRADEENOLFANACOMEYABUFERRERA?feat=directlink
La descripción de la actividad que se realizo el domingo 27 de septiembre con el grupo esta picando en el archivo de blog mes de julio

jueves, 24 de septiembre de 2009

PLAYA LA GRIEGA-LA ISLA-LA GRIEGA

PLAYA LA GRIEGA LA ISLA



Martes 22 de Septiembre.
Salimos de Piedras Blancas a las 8 de la mañana a coger la autopista con dirección a Colunga, donde en el centro del pueblo, se toma la AS-257 hacia Lastres y como a 2 Km. a la derecha hacia la playa de La griega, donde dejamos el coche al lado del camping.

Cruzamos la pasarela sobre el río Libardon y fuimos ala derecha por una pista paralela al río que en ligero ascenso nos lleva hacia San Juan de Duz (Distancia 1.200 Tiempo: 20 m)
Nos encontramos con el Palacio de San Juan con capilla y escudo, vamos ala derecha rodeando los muros del palacio y al salir a la carretera seguimos a mano izquierda hasta la iglesia de comienzos de siglo, esta emplazada en un bello paraje. Cuenta con una torre a los pies, amplio pórtico y un ciborrio
 sobre el crucero.

Abandonamos la carretera para seguir camino a la izquierda rodeando la iglesia y tomar camino a la derecha por el que llegamos al pueblo de Huerres situado en un privilegiado enclave, próximo al mar y con una ampliar y espectacular vista sobre los montes del Sueve. (Distancia: 2.540m. Tiempo: 45m)

Huerres, es un hermoso lugar con casas típicas asturianas y bellos corredores, cuenta con un hermoso conjunto de hórreos y paneras así como un antiguo potro de herrar.
Al lado de este hay un camino que discurre entre prados cercados con muros de piedra. Hay varios cruces pero debemos ir siempre en dirección al mar, hasta llegar a La Isla, una de las localidades más significativas del municipio, principal centro veraniego de Colunga.

Cuenta con una hermosa playa en forma de Concha, la playa de la Isla que, toma el nombre del islote situado a su margen izquierdo destacan: la iglesia de Santa Maria del siglo XIX situada en la misma playa, La Casona de Quintana siglo XVIII con escudo, Casa Pedro Quiros del siglo XVIII en la plaza Lorenza Koehler y también en la misma plaza Casa Pilar Vijorero del siglo XVIII, atravesando su parte antigua salimos a la playa. (Distancia 5.700m .Tiempo: 1h, 30m)


En la playa por la parte izquierda cogemos un senderin de pescadores que va bordeando los acantilados y sale al barrio El Castro, vamos unos metros a la derecha y pasamos un pequeño muro a la derecha a coger otro senderin de nuevo que va por una senda de pescadores la cual discurre durante todo el recorrido por encima de los acantilados, observando los embates que el mar hace sobre el acantilado, así como el estruendo que ocasiona al llegar al mismo
Toda lesta zona, es muy rica en oricios, pulpos y otros manjares culinarios.

Seguimos el sendero hasta salir a una pista donde por la izquierda se va a Huerres, nosotros vamos a la derecha en llano hasta llegar a una zona donde para salvar el acantilado hay que subir un fuerte repecho y luego descender a una zona de miradores con muy buenas vistas de Lastres, retrocedemos unos metros y por un camino entre eucaliptos bajar a la playa de la Griega donde existen huellas de dinosaurios en la roca, así como en todo el acantilado, por lo que han sido declaradas como Monumento Nacional de Las Icnitas de los Dinosaurios, en proceso para declararse como “Patrimonio de la Humanidad” por la UNESCO.


Ya por la playa volvemos hacia la zona del camping donde teníamos el coche (Distancia: 12.500 m. Tiempo 3h, 30m)

Una vez cambiados fuimos hasta el Museo del Jurasico y bajamos a Lastres y su conjunto histórico para dar un paseo por su calle Real y las innumerables escaleras del pueblo con sus plazoletas llenas de encanto donde no encontramos con los actores de la serie del Doctor Mateo que estaban grabando una serie de nuevos capítulos.

Después bajamos hacia el restaurante El Varadero y en su terraza con unas estupendas vistas sobre el puerto de Lastres dar buena cuenta de unos pescadores de la zona regados con un poco de sidra.

viernes, 18 de septiembre de 2009

CIÑERA DE GORDON

FAEDO DE CIÑERA Y FOX DEL VILLAR


FOTOS: http://picasaweb.google.es/rutamarineros/FAEDODECINERA?feat=directlink

El martes 15 de septiembre amanece un día frío y lluvioso y en compañía de mí compañero Juan Manuel nos
dirigimos hacia tierras leonesas a conocer el faedo de Ciñera que se encuentra en un pueblecito minero de la montaña leonesa, Ciñera de Gordon a 20 Km. del puerto de Pajares.

Hasta hace pocos años, este era un rincón solo conocido por la gente del pueblo y lugareños de los pueblos cercanos. Quedamos en la plaza del pueblo con un grupo que esta realizando un curso de Medio Ambiente con gente de diversos lugares de España y con el guía de Cuatro Valles, Eduardo.

Iniciamos la actividad camino del cementerio donde abandonamos la pista para seguir a la izquierda por la ladera norte del valle en dirección al área Recreativa donde por un rustico puente de madera se accede al Faedo de Ciñera declarado recientemente el bosque más cuidado de España.

Es un bosque de hayas, asentado sobre un suelo poco desarrollado en el que la caliza aflora por doquier y donde parece que te adentres en un lugar salido de un cuento de hadas, donde disfrutas de sonidos y sensaciones que te envuelven al caminar sobre las hojas del suelo que forman una gran alfombra.

A todo esto se suma una de las hayas mas viejas de España. Se llama “Fagus” y tiene sobre unos 500 años y tiene una forma muy peculiar, por eso y por su tamaño, se encuentra incluida en una selección de 100 árboles, los más singulares de España, en el libro “Árboles, leyendas vivas”.

Además de este maravilloso bosque de hayas también se encuentra una estrecha fox majestuosa con paredes muy verticales y por su parte inferior, discurre el arroyo. A pesar de sus cortas dimensiones las Hoces generan un paisaje de gran belleza que se mantiene casi siempre en sombra, generando un ambiente muy característico y propio de estos barrancos casi inaccesibles.

Antiguamente por aquí pasaban a diario los mineros para ir a trabajar a las minas, por lo que idearon un ingenioso sistema que les permitía, mediante una empalizada de troncos literalmente colgada sobre el arroyo, cruzar el desfiladero. Actualmente, en este paso se ha construido un bonito puente de madera, que sustituyo al antiguo “puente de palos”, para poder disfrutar mejor de esta bonita fon del Villar.

Cuando termina el puente de madera, y siguiendo un sendero arroyo arriba, se encuentran los “Pozones o Marmitas gigantes”. Son grandes bañeras esculpidas en la piedra por la erosión del agua del arroyo, donde grandes y pequeños disfrutan de baños estivales. Desde este lugar seguimos subiendo hasta salir al pueblo de Villar del Puerto donde se coge un camino a la izquierda por donde se puede llegar hasta las Cuevas de Valporquero.

Desde el pueblo dimos la vuelta pasando de nuevo por las hoces y salir al área Recreativa, donde cogimos la pista que por la cara sur del valle nos lleva hacia la zona minera donde hay una galería convertida en pequeño museo y de allí de nuevo al pueblo de Ciñera dando por finalizada esta estupenda y corta ruta ideal para hacer en familia y con niños

Una vez cambiados de ropa nos dirigimos hacia Villamanin a casa de Ezequiel a dar buena cuenta de una estupenda paletilla de cordero para luego regresar de nuevo hacia Piedrasblancas.

CUENTO DEL HADA DEL FAEDO POR JOSEFINA DÍAZ DEL CUADRO
Una vez me contó un abuelo que hace muchos, muchos años, antes que hubiera casas en el valle, cuando aún los hombres vivían al aire libre y los inviernos eran crudos y largos, vivía en el Faedo una bruja llamada Haeda.

Tenía poderes sobrenaturales, dicen que se los otorgó el demonio, que la advirtió: “Debes usarlos para hacer el mal, pues si con ellos haces el bien te consumirás y en tres días desaparecerás.” La bruja Haeda se frotó las manos, y se preparó para hacer todo el mal que pudiera.

Entre La Vid y Santa Lucía vivía una familia, la madre María, el padre Miguel y nueve hijos pequeños. Por el verano sembraban patatas, fréjoles y lechugas, pues se daban muy bien y con ellos alimentaban a sus hijos. Cuando llegaba el invierno las cosas se ponían muy difíciles, no tenían donde refugiarse, por la noche subían hasta la cueva de los Infantes y allí se guarecían de la nieve y las heladas.

Un día nevó y nevó, el viento soplaba la ladera de la montaña helada y por más que María y Miguel empujaban a sus hijos hacia arriba no conseguían llegar a la cueva, los niños resbalaban y volvían a caer.

Haeda estaba sentada en Berciegos, (bien es sabido que las brujas no tienen frío) y sintió un escozor en el pecho al ver aquellos padres que no podían resguardar a sus hijos del frío. Usando sus poderes arrancó un montón de piedras de las montañas y las prendió fuego, se pusieron rojas y chispeantes dando un calor agradable, lo más milagroso es que duraron encendidas toda la noche, María y Miguel colocaron a sus hijos alrededor para que durmieran sin pasar frío.

A la mañana siguiente había un gran montón de cenizas, ellos no se explicaban lo que había pasado. Aquel día siguió nevando, en el puerto la niebla y el frío eran insoportables. Haeda pensó que aunque les ayudara otro día aún le quedarían poderes. Así que volvió a arrancar piedras de las montañas y las prendió fuego haciendo una gran hoguera. Pasaron la noche calientes, por la mañana vieron mucha, mucha ceniza que guardaba las brasas en sus entrañas, metieron patatas para que se asaran y los niños las comieran tiernecitas.

Haeda se miró en el arroyo, estaba envejecida y cansada, agotada pero dispuesta a ayudarles un día más aún a costa de su vida; pensó que no sería suficiente, el invierno en estas tierras es largo y no podrían resistirlo. Meditó la bruja buena, y juntando todas las fuerzas que le quedaban hizo que todas las montañas del valle se llenaran de piedras que prendieran y dieran calor. Vinieron muchas familias, fundaron un pueblo sobre las cenizas, le llamaron Ciñera. Desde entonces ningún niño pasó frío por las noches.

Dice el viejo que la bruja buena se fué a morir al Faedo, dejando mechones de pelo blanco entre las hayas.

Ahora los niños de Ciñera, van al Faedo de merienda, y sin saberlo, juegan y rien bajo la protección de Haeda, que vela para que no nos falte nunca el carbón.

ESTA RUTA LA REALIZAREMOS CON EL GRUPO PARA LA TEMPORADA 2010